Cuando acecha el divorcio, el uso de la casa familiar es uno de los asuntos más comflictivos.
Como el ajuar familiar forma parte del “contenido” de la vivienda coyugal han de valorarse para su posterior reparto o liquidación.
Ahora bien, pensemos en un divorcio express que se produce en 2.019 donde se atribuye la vivienda a uno de los progenitores y sus hijos.
Si liquidamos los gananciales al cabo de cinco años, ¿qué queda del ajuar familar? O bien está muy deteriorado o bien ya no existe. Los muebles se rompen con su uso, así como los electrodomésticos. No es lo mismo valorarlos en el 2.019 que en el 2.024.
Por eso es muy importante realizar su valoración cuando se produce el divorcio. Se puede hacer de dos formas.
1) Hacer un inventario con un perito o personalmente los cónyuges.
B) Tomando como valor del ajuar el 3% de lo que vale la casa. El impuesto de sucesiones así lo hace.