Hoy día es muy frecuente compartir fotos y vídeos eróticos, íntimos o sexuales con la ayuda de los teléfonos móviles.
Es una práctica habitual y se llama sexting.
Hacerle fotos a una amiga, a una novia, a un amante, a tu marido o incluso a un desconocido no es delito.
El código penal no castiga esas conductas siempre que exista consentimiento por parte quien sale en dicha foto o en dicho vídeo.
El problema viene cuando esa foto, ese vídeo, o incluso ese audio deja de estar en tu poder y pasa a estar en otro móvil que no es el tuyo.
Has perdido el control totalmente.
A partir de ese momento, toda tu intimidad, tu vida privada, puede verse amenazada.
Lo que opinan nuestros clientes de JR Abogados
Con esos archivos pueden pasar 4 cosas:
- Que jamás salgan a la luz.
- Que se difundan por whatsapp y por las redes sociales inmediatamente.
- Que te hagan sextorsión.
- Que se guarden para salir a la luz, años más tarde, cuando tu vida es totalmente diferente a cuando te hiciste ese vídeo o esas fotos.
El primero de los casos, por supuesto, es lo mejor que le puede pasar a uno, bien por que esos archivos se han destruído/borrado o se han perdido. Se acabó el problema.
En el segundo de los casos, que se divulgen por internet, se está cometiendo un delito penal llamado descubrimiento y revelación de secretos.
En el tercer caso, que te exigan bien dinero bien proposiciones indecentes, también se está comentiendo un delito penal.
En el cuarto caso, además de cometerse un delito, las consecuencias pueden ser devastadoras para la víctima. Toda su vida, literalmente puede dar un giro de 180 grados.
Actualmente, difundir fotos SIN el consentimiendo del interesado/a es un delito que se castiga con una pena 3 meses a 1 año de prisión, o una multa de 6 a 12 meses.
Si conoces los datos de la persona que tiene esos vídeos o fotos íntimas tuyas y te ha comentado o crees que puede hacerte daño publicándolas en whatsapp o en las redes sociales como facebook, instagram, etc, lo recomendable es que te pongas en manos de un abogado.
Y debes hacerlo antes de que se produzca la difusión.
Ahora bien, ¿es igual de peligroso compartir material íntimo con tu novio que con un desconocido?
Respuesta sencilla, sí, es igual de peligroso.
Si hay una característica de las parejas actuales es su fragilidad y su poca estabilidad. El paso del tiempo o situaciones de infidelidad, hacen que se rompan constantemente.
Eso significa que dejar ex resentidos/as o dolidos/as puede ser una bomba de relojería, sobre todo si hay agravios de por medio.
Por tanto, la confianza total y absoluta hoy en una pareja para compartir vídeos eróticos quizá sea un error de peso.
Por tanto, qué decir de totales desconocidos, que ni hemos visto en la vida real o quizá en momentos esporádicos como un par de horas en un pub, discoteca, o ni eso, en una simple web de citas.
Enviar material tan íntimo y sensible puede resultar muy peligroso.
Pruebas, debes recopilar todas las pruebas que puedas de que se han difundido o se van a difundir dichos vídeos, fotos o audios.
Capturas de pantalla de facebook, estados de whatsapp, conversaciones, e-mails, testigos…
Si hay que ir a un proceso judicial hay que ir armado, tus armas son las pruebas, sin ellas, perderás el tiempo y el dinero.
El miedo guarda la viña
Es un dicho popular.
El chantajista o extorsionador sabe que tienes miedo de que tu vida privada e íntima salga a la luz en tu entorno más íntimo.
Pero el miedo no debe ir solo en una dirección, sino en dos.
Si el sabe que tu tienes miedo de que publique esos archivos, también debe saber que no te vas a quedar con los brazos cruzados.
Debes hacerle saber que tú también puedes generarle ese sentimiento de miedo y angustia, que estás asesorado, que sabes que eso es un delito penado con penas de prisión y que se la está jugando.
Como el miedo es libre y gratuíto, cada uno adquiere la cantidad que necesita, y el novio despechado debe saber a lo que se expone publicando dicho material.
Normalmente, las personas no quieren tener problemas con la justicia, y menos cuando se trata de asuntos penales castigados con la cárcel.
En muchos casos la amenaza de publicar los archivos sexuales viene también acompañada de coacciones, calumnias, insultos,amenazas, injurias, acoso, o ciberacoso.
Peor para el sujeto, pues si es condenado por todos los delitos, será complicado que no le caiga una pena ejemplar.