Si estás leyendo este artículo quizá sea por dos motivos:
- Te están insultando por las redes sociales
- El que insulta eres tú y estás buscando en internet lo que te puede pasar si te denuncian.
Si eres de los segundos, recuerda el refranero popular español “tanto va el cántaro a la fuente que acaba por romperse”, lo pillas ¿verdad?
La redes sociales como Facebook, YouTube, Instagram o Twitter, nos permiten mostrar nuestra opinión sobre cualquier tema.
Fantástico, nunca antes en la historia de la humanidad el ser humano pudo expresar sus opiniones sobre un asunto y que puedan difundirse tan rápidamente y ante tanto público.
Cientos, miles o millones de personas pueden leer o escuchar lo que cualquier ciudadano suba a las redes sociales.
Pero una cosa es opinar y otra muy distinta es injuriar o insultar con tus comentarios a una persona o empresa.
Es decir, internet no puede ser el caldo de cultivo para que ciertas personas, amparándose en el “supuesto” anonimato de la red, atenten contra el honor, la dignidad, o la propia imagen de nadie.
Las redes sociales se han convertido en poco menos que la barra de un bar donde se difama y se agrede verbalmente a cualquier ciudadano con publicaciones ofensivas.
No todo vale en las redes sociales.