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El uso de las redes sociales es el caldo de cultivo perfecto para cometer este delito.
Alguien desconocido nos envía una solicitud de amistad.
Muy habitual en Facebook, pero también sucede por Skype, Hangout,…
Facebook es la más habitual, porque es la red que tiene más usuarios en todo el mundo y, una cosa muy importante, permite realizar mensajes entre usuarios que no están conectados como «amigos» entre si. Estos dos aspectos son vitales para la sextorsión.
Al ver su perfil, siempre es una mujer joven, atractiva y con fotos muy sugerentes. Ten cuidado, pues esa foto de perfil no la encontrarás en internet, los delincuentes van depurando sus métodos. Que no encuentres la foto en internet, no significa que no te esten estafando.
Tranquilo antes de que recibas el primer mensaje, y que entables una conversación, a ti ya te han investigado.
La víctima «pica» y acepta esa solicitud.
Te ha tocado la lotería, un ligue así de fortuito no se encuentra todos los dias.
Suele iniciar ella la conversación a través del chat y al principio solo tiene un objetivo: conseguir tu confianza.
Si no contestas o no haces caso no te preocupes que va a insistir, eres su presa, va a cazarte.
Los primeros mensajes no son sexuales, no intenta pedirte fotos sexuales hasta que no vayas confiando, poco a poco. Te dará datos «personales» suyos, su número de móvil o su perfil en otras redes sociales, para que veas que es un «ser inofensivo».
¿Ya bajaste la guardia? Bien, seguimos.
El siguiente paso es pasar del chat a una video llamada, por ejemplo a través de Skype, o whatsaap.
Ahora viene el segundo objetivo, clave para los extorsionadores, necesitan fotos y vídeos tuyos sexuales, además de toda la información que puedas proporcionarles.
Pueden estar captando tus imágenes y tus vídeos sin que te des cuenta.
El ciberdelincuente recaba, su teléfono móvil, su nombre, dirección física, dónde trabaja o estudia, email, contactos de sus redes sociales, y sobre todo tu situación sentimental, si eres hombre y estás casado, mucho mejor para el extorsionador.
Estos datos son tan importantes como las fotos o vídeos eróticos.
Lo que opinan nuestros clientes de JR Abogados
Bien, ganada tu confianza es hora de cambiar de aplicación.
De facebook se sugiere pasar a Skype.
Ya sabes que Facebook Messenger dispone de videollamadas y, por tanto, si quieren proponerte sexo virtual, pueden hacerlo por facebook, no hay porqué cambiar a otra aplicación.
Pero el delincuente te dirige a Skype donde, en un ordenador ya tienen «cocinados» esos vídeos sexuales y lo que es más importante, sus sistemas de capturas para grabarte sin que lo sepas.
A poco de abrir la video llamada por Skype, la chica se quita la ropa y anima a su interlocutor prácticar sexo virtual delante de la cámara.
Te están grabando, pero ya se han ganado tu confianza.
En el otro extremo no existe ninguna chica atractiva sino un ciberdelincuente que quiere desplumarte.
El vídeo que estás viendo, como te he comentado, ha sido grabado previamente, tienen decenas o cientos de ellos, no estás en directo con esa mujer, si pudieras verle la cara te llevarías una gran sorpresa.
Pero parece tan real…
Es en Skype cuando te gravan, habitualmente masturbándote o realizando sexo virtual y es cuando se crea el archivo sexual que sirve para la sextorsión.
La videollamada acaba sin problemas, no tienes ni la más remota idea de que te han grabado, pero pronto te enterarás.
Ya necesitan lo que quieren, te han engañado, ahora van a por tu dinero.
Nunca ligaste por Facebook, solo caíste en una trama de extorsión online.
Pronto se pondrá en contacto contigo, no tardará mucho.
Ha estudiado tu perfil y te pide dinero, si no se lo das, difundirá tu vídeo masturbándote a todos tus contactos, familiares, amigos, compañeros de trabajo.
En el vídeo se ve tu rostro perfectamente y lo subirán a YouTube si no les pagas.
No le ha sido complicado tener esa información, seguramente la tendrás publicada en las redes. Dónde trabajas, dónde vives,…
Te pueden pedir que pagues en criptomonedas, en bitcoins, o a través de Western Union a un país africano llamado Costa de Marfil, también lo piden Money Gram, para que puedan trabajar en diferentes países donde tienen a otras personas, que muchas veces trabajan en locutorios o en oficinas de correos.
Estos sistemas no tienen tantos controles sobre la procedencia y destino del dinero que los bancos.
Hacen todo lo posible para impedir el rastrear el dinero y así localizarles.
Te piden que envíes el dinero a nombre de otra persona con domicilio en país extranjero, para impedir a la policía su localización.
Pueden empezar pidiendo cantidades pequeñas de dinero, el objetivo es que pagues cuanto antes, incluso a veces, negocian contigo el precio a pagar, para evitar que pienses, que te asesores o, simplemente que cambies de idea.
Puedes pagar, pero si lo haces, te pedirán un segundo pago, y luego un tercero.
No van a tener piedad.
Webs como Adopta un tío son un caldo de cultivo para los extorsionadores.
Del mismo modo aplicaciones de Google como Hangouts también se usan para grabar a las víctimas.
La clave es la prevención
–Hola… Qué tal, cómo estás?
–Hola, estás ahí?
–Hola, perdona, es la primera vez que te escribo, qué tal estás? Perdón por la imprudencia, me llamo Bea tengo 25 años… te escribo porque estoy sola y me gustaría crear una amistad contigo o lo que surja quien sabe, te atreves? Qué me dices?
Nadie contesta. Una hora más tarde.
–Te puedo hacer una video llamada? Estas solo. Yo sí y me aburro. Estoy en la cama en ropa interior ¿te mando una foto?. Estoy…
Nadie contesta. Media hora más tarde.
–Bua! Perdona por molestar. Adiós.
No hay contestación. Estás a salvo.
La sextorsión es un chantaje sexual, el ciberdelincuente dispone de fotografías y/o vídeos de carácter sexual del usuario que ha obtenido previamente, y les amenazan o coaccionan con publicarlo en internet y/o en las redes sociales a menos que la víctima le pague una cantidad de dinero, o bien le compele a realizar determinados favores sexuales o a enviarle más contenido sexual.
Este chantaje se realiza por internet, para asegurarse una entidad anónima.
Los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado estiman que hasta un 70% de estos delitos no se denuncian, la razón es muy sencilla, las víctimas tienen vergüenza de que sus fotos o vídeos íntimos se publiquen en las redes sociales lo que hace que éstas intenten pactar con los extorsionadores, y este es el motivo que hace que este tipo de delito no sólo no disminuya, sino que se acentúe con el paso del tiempo.
Es muy habitual que estos criminales, estudien tus hábitos y, si piensan que tienes una determinada solvencia económica, pidan una cantidad “asumible” con la promesa de que te dejarán en paz, pero nada más lejos de la realidad, a los pocos días volverán a pedir otra suma, esta vez, más elevada. Intentan exprimir la agonía de la víctima todo lo que pueden.
El miedo de la víctima a exponer su vida íntima es la guarida de estos criminales.
Los ciberdelincuentes consiguen las fotos y los vídeos desus víctimas de varios modos:
– A través de un spyware en el pc o smartphone de la víctima de tal forma que pueda controlar la webcam.
– La propia víctima, con técnicas de phishing, descarga un malware que le robe las fotos y los vídeos del ordenador.
– El criminal roba físicamente el móvil o el portátil haciéndose con los datos.
Existen varios tipos de sextorsion:
- La que se realiza por ex parejas, conocidos o bien por personas ajenas a nuestro círculo más próximo.
- La que se hace a niños menores o bien a adultos.
- La que tiene por objeto un abuso sexual, explotación pornográfica o para pedir dinero a cambio.
- La que se realiza como consecuencia de obtener material fotográfico de dispositivos tecnológicos mediante virus
- La que se hace a través de vídeos o fotos que se obtienen durante una relación sentimental.
En JR Abogados te damos algunos consejos:
- Informa a la policía o a la Guardia Civil: Es un paso complicado pero necesario, la otra alternativa es acceder a su juego.
- No te dejes chantajear: Si pagas, seguramente te pedirán más dinero, y muy probablemente publicarán el contenido en internet.
- No vuelvas a contactar con los delincuentes: salvo que la policía te indique lo contrario, elimina todo contacto, no sin antes guardar las conversaciones mantenidas.
- Temporalmente no seas activo en internet: Deja pasar el tiempo
- Evita fotos con tu cara. Si practicas sexting, evita enviar fotografías y videos con tu rostro o algún rasgo identificable como pueden ser tatuajes.
- Almacena las pruebas: Hay que guardarse la vergüenza y disponer de todas las pruebas, fotos, vídeos, conversaciones, capturas de pantalla
- Elimina malware. Aseguráte de que no tienes ningún software malicioso, pasa un antivirus, y, si es necesario, cambia de ordenador.
- Cambia todas tus contraseñas de tu smartphone, tablet, portátil, ordenador.
- Elimina de tu móvil todo archivo con contenido sexual.
Sextorsion es un delito penal
Mediante la sextorsión se pueden cometer varios delitos:
- Daños al honor
- Coacciones
- Injurias
- Amenazas
- Ciberacoso
- Extorsión
- Chantaje
- Revelación de secretos
- Interceptación de comunicaciones
- Explotación sexual
- Abuso sexual de menores
- Corrupción de menores
- Producción, tenencia y/o distribución de pornografía infantil
Castigo penal
Las penas que el código penal aplica a este delito son las del delito de extorsión regulado en el artículo 243, prisión de 1 a 5 años:
“El que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, será castigado con la pena de prisión de 1 a 5 años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados”.
Requerimiento del cese de la actividad ilícita
Si se tiene conocimiento de la persona que está realizando estas actividades, es decir, conocemos al autor/a con nombre y apellidos y se dispone de una dirección de contacto física o una dirección de mail, el primer paso es el envío de una notificación solicitando el cese de dicha actividad.
Mediante la ayuda de un abogado especializado en delitos de acoso o extorsión sexual se le envía un mail o un burofax.
Esta simple acción es más que suficiente en la mayoría de los casos para que la persona deje amenazar con publicar sus fotos, vídeos o audios.
Ante la advertencia del inicio inmediato de acciones penales en los juzgados los chantajistas, en muchas ocasiones, dejan a su víctima en paz.
Ellos juegan con el miedo y la vergüenza de su víctima, si se dan cuenta de que no existe ni lo uno ni lo otro y que pueden acabar condenados por un juzgado penal, acaban por desistir.
Pero no siempre ocurre así, sobre todo si el delincuente actúa desde fuera de España y estos actos son su fuente de ingresos.
De ahí que sea de vital importancia saber que cualquier foto, vídeo o audio íntimo que salga de nuestro poder puede ser un tormento.
¿Qué se protege con este delito?
Se intenta proteger los siguientes bienes jurídicos:
- La libertad de la víctima
- La intimidad
- La libertad e indemnidad sexual
Cámaras ocultas
Es frecuente también que el sextorsionador use su propio teléfono móvil como un cámara oculta para obtener un vídeo de su víctima en situaciones íntimas y poder así, posteriormente extorsionarla con difundir el vídeo a sus familiares, pareja, amigos etc…
Otro medio que usan con frecuencia es introducir un vídeo en nuestro ordenador, tablet o móvil para obtener vídeos o imágenes sin nuestro consentimiento.
Y algo que muy poca gente sabe, cuidado con las Smart TV o televisiones inteligentes conectadas a Internet, pueden estar grabándote durante meses sin que tu lo sepas.
¿Quienes son estos delincuentes?
Los autores de una sextorsion suelen:
- Una ex pareja.
- Alguien con quien nos hemos enemistado
- Un extorsionador que hace de este delito su oficio
- Un pederasta
- Groomers (quienes engatusan a menores por internet, se hacen sus amigos para pedirles concesiones íntimas)
- Cappers (aquel que se dedica a realizar capturas íntimas de emisiones de webcam de otras personas, pueden ser compartidas en las redes sociales y pueden usarse para la «sextorsión».
El miedo y desesperación de la víctima
El objetivo que suele haber detrás es el dinero, el sextorsionador quiere tu dinero, cuanto más saque de ti, mejor.
Van a estudiarte, sabrán en qué trabajas, que nivel adquisitivo tienes y empezarán con poco dinero, seguramente te digan que van a parar. Es mentira, no lo harán.
Luego pedirán más con la promesa de dejarte en paz, pero es mentira. Al poco tiempo te pedirán otra cantidad.
Su poder es tu miedo y desesperación.
Amanda Todd era una chica de 15 años, vivía en Canadá.
La engañaron cuando solo tenía 12 años para que mostrara sus pechos en una webcam.
Con los años una persona contactó con ella pidiéndole actos obscenos, si no accedía, divulgaría fotos suyas a todo su entorno, colegio, familia, amigos.
La chica se negó, y se publicarón las fotos.
Como consecuencia, la chica sufrió bullying, tanto en clase como en internet.
Se cambio de colegio varias veces, pero el acoso siguió.
Todo acabó con la suicidándose.
El Tribunal Supremo, ya ha impuesto su primera condena por sextorsión, 22 años y 7 meses de prisión por delitos continuados de abusos sexuales por internet y amenazas a una persona que chantajeó por la red a 5 chichas para que realizaran actos sexuales delante de él con una cámara web, tras acceder a archivos personales (fotos y vídeos íntimos) de las víctimas mediante un malware o virus informático.
Sentencia TS, Sala de lo Penal, Nº 377/2018, Rec 10036/2018, de 23-07-2018
Sexting
Sexting es una práctica habitual de unos años a esta parte y consiste en hacerse fotos, vídeos o audios íntimos o contenido sexual explícito, o dejar que lo haga otra persona.
La palabra proviene del acrónimo de los términos anglosajones «sex» (sexo) y «texting» (envío de mensajes).
Como consecuencia de la excesiva confianza o inmadurez de los usuarios, se comparten ciertas imágenes comprometedoras, como desnudos, posiciones insinuantes etc…
La clave es que todo es material que de ninguna manera te gustaría que saliera a la luz en internet, se envía de manera voluntaria a una persona que puede luego reenviarla o difundirlas sin tu consentimiento (delito de descubrimiento y revelación de secretos)
Esta moda puede causar graves daños psicológicos a las personas, pues casi nunca conocen el destino final de sus fotos, audios y vídeos íntimos.
Tienen tus contraseñas y te amenazan
Hay una estafa bastante habitual relacionada con la sextorsión.
En este caso, nadie te propone realizar sexo virtual mediante Skype, tampoco te contactan por Facebook, lo hacen por mail.
Un buen día abres tu correo electrónico, tienes un mail y lo habres, hasta aquí todo normal.
Lo anormal llega cuando lees que «alguien» dice haber hackeado tu pc.
Por si no te lo crees te envían la contraseña real y te dicen que tienen copiados todos tus archivos.
Además te dicen que sabes en qué páginas porno entras y que te han grabado mientras las veías.
Como son de un país lejano te dicen que les pagues 2.000 € en bitcoins, pero son generosos y te van a dar un plazo de 72 horas para que lo consigas y así, no publicar ese contenido.
Si recibes ese mail, no debes preocuparte mucho, pues es mentira.
Entonces te preguntarás ¿cómo tienen mis contraseñas?
Lo hiceron por fallos en la seguridad de proveedores de internet.