1. Tasa de Alcohol Permitida

1.1. Límite General

En España, la tasa de alcohol permitida en aire espirado es de:

• 0,25 mg/l para conductores en general.
• 0,15 mg/l para conductores profesionales y noveles (con menos de dos años de experiencia).

Superar estos límites no solo implica una sanción administrativa, sino que si se sobrepasa el umbral de 0,60 mg/l en aire espirado o 1,2 g/l en sangre, el conductor será acusado de un delito penal de alcoholemia.

1.2. Diferencias en la Sanción según la Tasa de Alcohol

• 0,25 mg/l a 0,60 mg/l: Se considera una infracción administrativa y acarrea una multa económica y la retirada de puntos del carnet.
• Más de 0,60 mg/l: Se considera un delito penal con penas más graves, que incluyen prisión, multa y retirada del carnet de conducir.

2. Penas por el Delito de Alcoholemia

2.1. Penas Básicas según el Código Penal

El delito de alcoholemia, regulado en el artículo 379.2 del Código Penal, conlleva las siguientes penas:

• Prisión de 3 a 6 meses, o
• Multa de 6 a 12 meses, o
• Trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
• Retirada del carnet de conducir por un período de 1 a 4 años.

La elección entre prisión, multa o trabajos en beneficio de la comunidad dependerá de las circunstancias del caso y la discreción del juez.

2.2. Agravantes: Reincidencia

La reincidencia es una circunstancia agravante que puede incrementar las penas impuestas. Si el conductor ha sido condenado previamente por un delito similar, el juez puede imponer la pena en su grado máximo, lo que en la práctica significa:

• Prisión cercana a los 6 meses.
• Multa máxima posible (12 meses).
• Retirada del carnet de conducir por hasta 4 años.

La reincidencia también puede influir en la decisión de conceder trabajos en beneficio de la comunidad en lugar de prisión, siendo menos probable que se otorgue esta alternativa en caso de reincidencia.

2.3. Delito en Concurso con Otros Delitos

Cuando el delito de alcoholemia se comete junto con otros delitos, como conducir sin puntos en el carnet (artículo 384 del Código Penal) o la negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia (artículo 383), las penas pueden acumularse, aumentando la severidad de la condena.

3. Diferencias entre un Control de Alcoholemia y un Accidente con Positivo en Alcoholemia

3.1. Control de Alcoholemia sin Accidente

En un control de alcoholemia rutinario, si el conductor es detenido y se detecta una tasa de alcohol superior a 0,60 mg/l, se iniciará un procedimiento penal. 

El conductor será detenido y trasladado a la comisaría para ser puesto a disposición judicial.

En estos casos, si no hay antecedentes de accidentes o delitos previos, las penas suelen limitarse a las mínimas previstas en el Código Penal. Sin embargo, esto no quita la posibilidad de que el juez imponga una pena más severa si lo considera necesario.

3.2. Accidente de Tráfico con Positivo en Alcoholemia

Si el conductor implicado en un accidente de tráfico da positivo en alcoholemia, las consecuencias legales son mucho más graves. En función de las circunstancias del accidente, se pueden imputar delitos adicionales, como:

• Delito de lesiones por imprudencia (artículo 152 del Código Penal).
• Delito de homicidio imprudente si el accidente resulta en fallecimientos (artículo 142 del Código Penal).

En estos casos, las penas se incrementan significativamente y pueden incluir:

• Prisión de 1 a 4 años si el accidente ha causado lesiones graves.
• Prisión de 2 a 6 años en caso de homicidio imprudente.

Además, la retirada del carnet de conducir será más prolongada y puede alcanzar el límite máximo de 4 años.

4. Fases Judiciales en el Procedimiento por Delito de Alcoholemia

4.1. Fase de Instrucción

La fase de instrucción es crucial en el procedimiento penal por alcoholemia. Durante esta fase, el juez de instrucción investiga los hechos, recoge pruebas, y determina si existe base suficiente para llevar a juicio al acusado.

1. Detención y Puesta a Disposición Judicial: Tras ser detenido en un control de alcoholemia, el conductor es llevado ante el juez de guardia en un plazo de 72 horas.
2. Declaración del Investigado: El conductor, ahora imputado, declara ante el juez asistido por su abogado.
3. Diligencias Previas: El juez ordena la realización de pruebas adicionales si lo considera necesario, como la verificación de la calibración del etilómetro o la solicitud de testigos.

4.2. Juicio Rápido

El juicio rápido es un procedimiento abreviado que se aplica a delitos flagrantes, como el de alcoholemia, cuando no existen complicaciones significativas en la investigación. Las principales características del juicio rápido son:

• Agilidad: Se celebra en un plazo muy breve tras la detención, generalmente dentro de las 72 horas siguientes.
• Simplificación de trámites: No se requiere una investigación profunda si los hechos son claros y están documentados.
• Posibilidad de Conformidad: Si el acusado reconoce los hechos y acepta la pena propuesta, el juez dicta sentencia en el acto, con una reducción de un tercio en la pena.

4.3. Diligencias Previas

En casos más complejos, donde hay disputas sobre los hechos o la legalidad de las pruebas, el procedimiento puede no seguir la vía del juicio rápido, iniciándose una fase de diligencias previas más exhaustiva. Durante esta fase:

• Se recogen y analizan pruebas adicionales.
• Se interrogan a testigos.
• Se revisan los antecedentes del acusado.

La fase de diligencias previas puede alargarse durante meses, y si se determina que existe base para el juicio, se emitirá un auto de apertura de juicio oral.

5. La Conformidad Penal

5.1. Reducción de Pena por Conformidad

La conformidad es un mecanismo que permite al acusado beneficiarse de una reducción de pena si acepta los hechos tal como los presenta el Ministerio Fiscal y se conforma con la pena propuesta. La conformidad puede llevar a:

• Reducción de un tercio de la pena.
• Evitar la prisión efectiva si la pena se reduce a menos de dos años y el acusado no tiene antecedentes penales.

5.2. Estrategia de Defensa

Aceptar la conformidad puede ser una estrategia efectiva si las pruebas en contra del acusado son contundentes y la probabilidad de absolución es baja. Sin embargo, es crucial que el acusado cuente con el asesoramiento de un abogado penalista experimentado que evalúe todas las circunstancias del caso antes de tomar una decisión.

6. Recursos y Defensa Legal

6.1. Recurso de Apelación

Si el juicio termina en una sentencia condenatoria, el condenado tiene derecho a interponer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Toledo. El recurso debe basarse en la existencia de errores en la valoración de las pruebas o en la interpretación de la ley por parte del juez.

6.2. Defensa Legal en Casos de Alcoholemia

La defensa legal en un delito de alcoholemia es esencial para garantizar que los derechos del acusado se respeten y que se exploren todas las opciones disponibles para minimizar las consecuencias. Un abogado penalista puede:

• Cuestionar la validez de las pruebas de alcoholemia.
• Argumentar posibles fallos en el procedimiento de detención y prueba.
• Negociar con la fiscalía para alcanzar una conformidad favorable.