Una denuncia falsa lo es cuando un juzgado lo dice así a través de una resolución judicial, por tanto no podemos decir que se nos acusa falsamente por el hecho de saber que miente la persona denunciante si no solo cuando un juez lo dictamina así en una sentencia.
En muchas ocasiones una condena por una denuncia falsa es tremendamente complicado pues muchas de ellas son archivadas o sobreseídas.
Pero si un juzgado determina que una persona imputó unos hechos constitutivos como delito a otra, aún sabiendo de que eran falsos, el propio juzgado qué tramito dicha denuncia ahor,a puede emprender acciones judiciales de oficio o a instancia del perjudicado contra quién falsamente imputó ese delito.
En ese caso habrá que contar con la actividad probatoria necesaria para considerar que dicha denuncia era falsa desde el inicio y que la persona que denuncio era consciente de que faltaba la verdad y del daño que podía causar.
Además de existir una sentencia en la que se condene aquella persona que denuncia falsamente a otra, se necesitan otros requisitos,son los siguientes:
Primero, que los hechos que se imputan deben dirigirse contra una persona concreta perfectamente identificada con su nombre y apellido.
Segundo, estos hechos supuestamente falsos tienen que estar tipificados como un delito penal.
Tercero, la presentación de esos hechos tiene que ser falsa
Cuarto, debe denunciarse ante la autoridad competente ya sea la Guardia Civil, la Policía o el juzgado de guardia que tenga obligación reiniciar unas diligencias previas al presunto delincuente,
Quinto, mala fe por parte de quién denuncia a una determinada persona importándole un delito a sabiendas de que no es cierto.