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La defensa de un delito por alcoholemia
Un buen abogado penalista siempre tiene defensa para un juicio por alcoholemia.
Aunque las pruebas sean objetivamente incontestables, como lo son los tickets del etilometro que arrojan el resultado de alcohol en nuestro organismo, un juicio por un delito de alcoholemia se puede ganar. Así de claro, así de simple.
Del mismo modo he decir que al entrar en un juzgado, todo puede pasar, para bien o para mal y las posibilidades de éxito se basarán, sobre todo en tomar buenas decisiones por parte del investigado/conductor, entre ellas, la fundamental, la elección del abogado.
Pasemos a ver, algunas (no todas) de las estrategias de defensa que se pueden utilizar.
Nadie te vió conduciendo el vehículo
Para que un conductor pueda ser condenado por un delito de alcoholemia, tiene que probarse que era él/ella quien conducía el vehículo.
La prueba está clara si hay testigos que nos han visto o es la propia policia quien constata nuestra presencia al volante, por ejemplo, cuando nos paran en un control de alcoholemia.
Pero otra cosa distinta es cuando se produce, por ejempolo, un pequeño accidente y la policia llega minutos después. ¿Quién estaba al volante?
Será crucial, en ese caso, las manifestaciones del conductor que los agentes dejarán reflejadas en el atestado policial que se envíe al juzgado penal.
Por tanto, primera premisa, ¿te han visto conduciendo o no?
El margen de error en los etilómetros
7,5%, ese es el error permitido en los etilómetros por la normativa legal, según la Orden de 22 de noviembre de 2006
Igual que los radares, estos aparatos tampoco son infalibles.
Por eso, legalmente, se reconocen estos márgenes.
Por tanto, aunque la ley en su artículo 379.2 CP diga que se comete delito a partir de 0,60 mg/l en aire espirado, técnicamente, será a partir de 0,64 mg/l.
Tomaste medicamentos que dan positivo en el control de alcoholemia
Cualquier medicamento tiene efectos secundarios.
Algunos de ellos, con la combinación de bebidas alcohólicas, producen que los efectos se agraven.
Algunos medicamentos pueden incrementar la tasa de alcoholemia hasta en un 16%, y no lo dice un abogado penalista, lo dice el Instituto nacional de Toxicología, concretamente para el medicamento «Manidol».
Es decir, que tomando un par de cervezas, junto con dicha medicación, el resultado de la prueba de alcoholemia sea tal desproporcionado que parecerá que nos hemos bebido hasta el agua de los floreros.
Es lo que se conoce como un «falso positivo» en alcoholemia.
Aquí esta la lista de dichos medicamentos.
- Sertralina
- Naproxeno
- Difenhidramina (Bisolvon antitusivo compositum y otros)
- Verapamil
- Bromfeniramina (Ilvico)
- Bupropion (Zyntabac, Elontril)
- Clorpromazina (Largactil)
- Clomipramina (Anafranil)
- Dextrometorfano (Romilar)
- Doxilamina (Cariban, Dormidina y otros)
- Ibuprofeno
- Prometazina (Actithiol antihistamínico, Fenergan expectorante)
- Quetiapina (Seroquel)
- Ofloxacino (Surnox)
- Ranitidina
- Tioridazina
- Trazodona (Deprax)
- Venlafaxina
Etilómetros que no han pasado el control
Todos los aparatos tecnológicos, fallan, y los etilómetros no son una excepción.
Pasa igual que con los radares, tienen unos márgenes de error, no son infalibles.
Además, cada año, los etilómetros deben pasar unos test (controles) que verifiquen que se encuentran calibrados, ya que de ellos puede depender que una persona, entre o no en prisión, por ejemplo.
En todos los atestados policiales por alcoholemia se debe incluir el certificado de verificación del etilómetro que se ha utilizado a la hora de realizar la prueba.
En este certificado vendrá la fecha de caducidad del aparato, si, como los yogures.
Es decir, si te han hecho la prueba de alcoholemia y el etilómetro no ha pasado la correspondiente prueba de calibrado (o sea, que está caducado) la prueba es nula, y los tickets no valen para nada, por mucha tasa que hayan dado.
La curva de Widmark
La curva de alcoholemia se basa en 3 fases.
Cuando bebemos unas cervezas y unos cubatas, el efecto que se produce en nuestro organismo es el siguiente:
- Subida.
- Meseta
- Bajada.
La dirección general de Tráfico ha declarado que al comenzar a beber alcohol, la cantidad en sangre aumenta velozmente, mientras que a la media hora aproximadamente de tomar el último pelotazo, vino o cerveza, la curva se detiene (meseta) para poco después ir bajando poco a poco hasta que nuestro cuerpo elimina el alcohol.
Siendo así las cosas, imagínate que te paran en un control, o tuviste un accidente. Desde que te paran (o te chocas) hasta que te hacen la prueba pueden pasar varios minutos, incluso horas.
Si cuando te hacen la prueba das una tasa de 0,66 mg/l y a la segunda prueba das 0,77 mg/l, por poner un ejemplo, eso quiere decir que nos encontramos en al subida del alcohol en la curva.
Por tanto, si eso es así, cuando nos pararon o cuando se produjo el accidente, lo normal sería que la tasa estuviera por debajo de 0,60 mg/l en aire espirado.