Las participaciones preferentes son un producto financiero de muy alto riesgo y muy complejo que las entidades financieras han vendido a personas ahorradoras.
Con las participaciones preferentes el cliente solo cobra intereses en el caso de que haya beneficios y si el banco quiere dárselos, pues no está obligado.
No están garantizadas por el fondo de garantía de depósitos.
Tienen un vencimiento perpetuo, por lo que se quedará con ellas durante toda su vida
Al no existir un mercado eficiente de este producto, el cliente no podrá venderlas.
En definitiva es un producto que se ha comercializado mediante engaños a personas con escasos o nulos conocimientos financieros, que han depositado los ahorros de toda una vida de trabajo y esfuerzo.