Contenido
La partición de la herencia
La llamada partición de la herencia supone la transformación de las cuotas de los coherederos en titularidades sobre bienes y derechos, de forma que desaparece así la comunidad hereditaria, similar en ciertos aspectos a la comunidad de bienes.
Los herederos dejan de formar parte de una comunidad de cuotas para convertirse en titulares de ciertos bienes y derechos.
Repartir la herencia cuanto antes
En una herencia, lo más recomendable es realizar la partición de la misma cuanto antes, pues confiere a cada heredero la propiedad exclusiva de los bienes adjudicados. Ya no eres propietario de la parte de una “cosa” llamada herencia, sino que pasas a tener la propiedad de una casa, un sofá o cierta cantidad de dinero.
Nadie puede ser obligado a permanecer en la indivisión de una herencia, cuya acción de división es imprescriptible, salvo que el testador prohíba expresamente la división o los coherederos pacten la indivisión, aunque en ambos casos el plazo máximo de la misma es de diez años.
El proceso de partición
El procedimiento para dividir una herencia es bastante sencillo y consta de cinco fases: el inventario, el avalúo, la liquidación, la formación de lotes, y la adjudicación de estos lotes.
En primer lugar, es precio realizar el inventario de todos los bienes hereditarios, incluyendo los frutos, rentas y deudas pendientes.
Este proceso es el mismo que se sigue en cualquier empresa, se trata de separar activo y pasivo, aquello que posee la herencia y aquello que debe la herencia.
El hecho de no incluir, intencionadamente, algún bien en el inventario conlleva la pérdida del beneficio de inventario y la obligación de una aceptación pura y simple de la herencia, que supone tener que pagar las deudas de la herencia con tu propio patrimonio.
Por eso esta primera fase es tan sencilla como importante.
Lo que opinan nuestros clientes de JR Abogados
El valor de los bienes hereditarios
En segundo lugar, el avalúo es preciso para fijar el valor de los bienes hereditarios.
Básicamente, consiste en fijar un valor a cada bien, y dicho valor se fija en el momento de la partición y al precio de mercado.
Es decir, que en esta fase se fija, por ejemplo, el precio de un sofá existente en la herencia, pero se trata del precio de dicho mueble en el momento de realizar la partición, y no es por tanto el precio que pudiera tener al fallecer el causante.
La liquidación de la herencia
En tercer lugar, se debe llevar a cabo la liquidación, que consiste en pagar las deudas de la herencia para fijar el remanente, que es lo que queda una vez satisfecho el pasivo hereditario.
Se pagan las deudas que tuviera el causante y de ese modo se conoce la cantidad de bienes restantes que quedan para repartir entre los herederos.
Las deudas hereditarias
Las deudas hereditarias pueden satisfacerse de múltiples formas. Supongamos que A, causante de una herencia, tiene una deuda de mil euros con B. Los herederos de A pueden pagar directamente a B con dinero líquido existente en la herencia, y es la forma más común de satisfacer el pago de los acreedores.
Sin embargo, con el consentimiento de B, pueden adjudicarle en pago dos sofás que ambas partes consideren que tienen el valor de mil euros; o pueden adjudicar dichos sofás a uno de los coherederos, C, con el encargo de que los venda y con el precio obtenido por la venta satisfaga el crédito de mil euros a B. Por último, es posible
adjudicar los sofás a C con asunción de deudas, esto es, que C se convierta en pleno
propietario de dichos bienes, con la condición de que asuma la deuda que tenía A con B, es decir, que satisfaga los mil euros a B.
La formación de lotes
En cuarto lugar, se hace la llamada formación de lotes. Consiste en adjudicar a los coherederos ciertos bienes de la herencia tratando de preservar la igualdad en la partición.
Esto implica que, en una herencia en la que son coherederos A, B y C, cada uno de ellos obtenga un lote en la medida de lo posible equivalente.
Si la herencia está formada por tres inmuebles y un coche, una formación de lotes igualitaria consistiría en la atribución de un inmueble a cada uno de los tres lotes, y en la atribución del coche a aquel lote que hubiere heredado el inmueble de menor valor.
En los supuestos de cosas indivisibles, como puede ser un inmueble, se permite la adjudicación a uno de los coherederos con la condición de que éste satisfaga su parte al resto de coherederos, siempre que éstos no se opongan a ello.
Es decir, que si la herencia está formada por un único inmueble, se permite que se adjudique dicho inmueble a B, siempre y cuando pague la parte que les corresponde a C y A, y siempre que ninguno de ellos se oponga a dicha adjudicación.
La adjudicación de lotes
En quinto y último lugar, se debe realizar la adjudicación de lotes, bien sea por acuerdo o por sorteo.
La partición de la herencia no es un proceso que tenga mayor complicación, pero es de vital importancia, pues un error en la misma puede llevar a que sea ineficaz, y provocar la nulidad, anulabilidad o rescisión de la partición.
Es importante llevar a cabo los cinco pasos que hemos enunciado y explicado en el presente artículo.