A Irina T. y Santos Manuel C. la crisis les ha quitado el trabajo, la casa y lo que más quieren: sus hijos, de 10 y 21 meses. Después de recorrer varias localidades y llamar a varias puertas para pedir ayuda, llegaron a Talavera de la Reina (Toledo) y traspasaron el fatídico umbral de unos servicios sociales que se hicieron cargo de los menores, pero los denunciaron a ellos por abandono. En una comisaría de Madrid conocieron a José Ramón Felipe, mucho más que su abogado de Oficio. Gracias a él, pudieron defenderse de las acusaciones ante los medios de comunicación y, gracias a él, tuvieron un hogar en el que dormir. Ahora luchan junto a él para recuperar a los pequeños.
Pregunta: ¿Cómo le llegó el caso de esta pareja?
Respuesta: Estaba de guardia ese día, 27 de junio. Ya había hecho tres asistencias en las comisarías de La Latina, Moratalaz y Vallecas cuando me llamaron sobre las 16:00 aproximadamente para que me presentara en la Comisaría de Leganitos.
P– ¿Qué le movió a acogerlos en su casa?
R.- Supongo que me viene de familia. El ayudar al prójimo siempre ha sido un valor que he visto en mis padres desde que tengo uso de razón. La profunda desesperación que vi en los padres, en sus rostros, el saber que iban a dormir en la calle, sin sus dos bebés, que estaban sin comer desde hacía días, que en sus bolsillos solo tenían 10 céntimos… Tenía que hacerlo por ellos, por sus hijos. Si los hubiera dejado sin más, mi conciencia no me hubiera dejado dormir.
P.- En su casa han estado casi una semana. ¿Dónde están ahora?
R.- El padre Ángel y Mensajeros de la Paz les han proporcionado un domicilio temporal en Toledo. Es un gran paso, al menos estando allí podrán ejercer su derecho a visitas, ya que estando en mi domicilio en Madrid y sin recursos de ningún tipo era totalmente inviable.
P.- Entonces, ¿han podido ya ver a sus hijos?
R.- Si, el lunes 1 de Julio nos acercamos a la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales en Toledo, donde los padres pudieron estar con ellos durante una hora aproximadamente y donde solicitamos por escrito un régimen de visitas.
P.- ¿Cree que podrán recuperarlos?