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divorcio.Perfecto.III

Si quiere leer el divorcio perfecto (II) pinche aquí.

La aptitud del abogado

El abogado de familia, lejos de avivar el enfrentamiento entre las cónyuges, propone la solución pactada, una separación amistosa.

Lo hace por varias razones.

  1. Es más económica.
  2. Es más rápida.
  3. No hay ganadores ni perdedores.
  4. Es lo mejor para los hijos.

El letrado quiere hablar con Pepe o con su abogado, si lo tiene.

Se da la circunstancia de que Pepe aún no tiene letrado por lo que los honorarios del divorcio, aún serán más reducidos, pues, si todo sale bien, un solo abogado y un solo procurador deberán hacerse cargo del asunto y resolverlo.

La aptitud del letrado, conciliadora y dialogante, ha conseguido que ambos, Pepe y María, vean un rayo de esperanza a su situación.

Ventajas

  • Violencia de género. Tanto María como Pepe, han comentado a su letrado que, en sus acaloradas discusiones, tanto uno como otro, se han dicho prácticamente de todo. Esto podría fácilmente haber llevado el divorcio por otros derroteros, concretamente por la vía penal en un Juzgado de Violencia de Género. Policía, calabozos, y un juzgado Penal.
  • Divorcio contencioso. Un proceso más complicado, caro y con un recorrido en los Juzgados mucho más largo que el mutuo acuerdo. En un conflicto a cara de perro entre los cónyuges puede tener consecuencias impredecibles para las partes. No es la primera vez que una sentencia de divorcio deja muy descontentos a los litigantes.  Del mismo modo, ambos se han ahorrado reproches mutuos que hubieran dejado grandes heridas cuya cicatrización puede tardar años.
  • Recurso de Apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid. El “perdedor” de un divorcio contencioso suele pedir auxilio a un Tribunal Superior. Incluso, si la sentencia de la Audiencia no le satisface, puede seguir escalando a otro Juzgado. El coste de estos recursos puede ser considerable.
  • Demanda de medidas provisionales. Las partes también se han ahorrado esta demanda y su posterior comparencia. Recordemos que Pepe, salió de casa. María podría haber pedido auxilio judicial provisional para no tener que esperar a la vista del divorcio.

La negociación

Todo pacto requiere diálogo.

El abogado está para facilitarlo no para entorpecerlo.

En primer lugar el letrado quería saber qué tenían en común Pepe y María y sacó las siguientes conclusiones:

  1. El divorcio tendrá que hacerse ante el juzgado, el divorcio notarial en este caso es inviable.
  2. Ambos quieren a sus hijos por igual, y sus hijos están igual de bien tanto con Pepe como con María, por tanto la custodia será compartida, igual que la patria potestad.
  3. María sabe que ningún Juzgado le dará ninguna pensión compensatoria, dado que siempre ha trabajado.
  4. Ambos están de acuerdo con una custodia compartida.
  5. Los gastos extraordinarios serán al 50%.
  6. Ambos quieren liquidar los bienes en común, pues su régimen es el de gananciales, no quieren dejar flecos sueltos que con el paso del tiempo puedan convertirse en un futuro problema, sobre todo cuando aparezcan futuras parejas, pues son muy jóvenes. Pagarán la hipoteca a medias y las deudas se repartirán al 50%.
  7. El uso y disfrute del piso familiar será para sus hijos y María, hasta que éstos alcancen la mayoría de edad.
  8. El ajuar familiar se repartirá según sus necesidades.

Los puntos en los que no hay acuerdo son los siguientes:

  1. Pepe, tiene que salir de casa y buscarse un alquiler, por lo que no está de acuerdo en pagar una pensión alimenticia, sobre todo, cuando se propone una custodia compartida de una semana cada uno. Cree que los gastos los debe pagar cada uno, el tiempo que esté con los niños.
  2. María quiere que Pepe abone una pensión de alimentos para sus hijos dado que Pepe, “normalmente” gana más dinero que ella.

Como puede comprobarse, la discusión versa simple y llanamente sobre un tema económico. Son cientos o miles los divorcios que, por esta misma razón, acaban en una disputa contenciosa en los Juzgados.

Tras proponer varias alternativas se pacta lo siguiente.

Dado que Pepe tiene una jornada laboral que termina normalmente a las 9, tendrá que buscar una persona que vaya a recoger a los menores y se quede con ellos hasta que llegue a casa. Sus padres, son muy mayores y no puede realizar esa labor, por lo que calcula lo que le supondría ese gasto.

María, termina a las 5 su jornada, si Pepe alquila una vivienda cerca del domicilio conyugal, puede ser ella quien haga esa función ¿quién mejor? 

Pactan que la mitad de dinero que le cuesta contratar a esa persona, vaya como pensión de alimentos a sus hijos hasta que cumplan la mayoria de edad.

Solución

Tras lograr un acuerdo total, queda el trabajo de trasladarlo a papel.

Este documento, será el Convenio Regulador. Lo redactará el abogado y, una vez dado el visto bueno por ambos, se firmará y se presentará mediante una demanda conjunta al Juzgado de Familia que corresponda por competencia territorial.

Lo que podría haberse transformado en un auténtico infierno para las partes, se ha resuelto con el diálogo sereno, enfriando las cosas, poniendo el énfasis en lo que une y no en lo que separa, dejando atrás reproches, y mirando por el bien de sus hijos.

Un divorcio es una ruptura matrimonial, no una guerra infinita que acaba con los recursos económicos y psicológicos de ambos bandos.

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