Según los datos de la Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado, se sigue produciendo maltatro animal en España, no para de crecer.
Palizas a perros, veneno en las calles, animales quedamos, galgos ahorcados, crías enterradas vivas, perros mutilados o animales con los que se practica sexo.
Acciones viles y canallas que, a mi juicio, no tienen el suficiente castigo penal.
Una persona que maltrata a un animal indefenso, merece entrar en prisión, punto.
Normalmente, suelen ser cobardes acomplejados, cuyas frustraciones pagan con los débiles para sentirse poderosos.
Pero no son solamente adultos, sino también menores, que en grupo realizan estas deleznables acciones.
Según los datos, casi siempre son varones y el 19% de los casos se ve en casa, en la familia. Un hijo que ve a un padre pegar palizas a su mascota está sentenciado a repetir esas acciones en el futuro.
Si ver a tu padre maltratar a un perro, acabarás admitiendo que es algo normal, por que lo hace tu padre.
La sociedad avanza rápidamente, pero parece que las leyes y los juzgados tienen otros tiempos, y eso, no lo entiende la sociedad.
Lo que opinan nuestros clientes de JR Abogados
Un tipo despreciable que le mete una paliza a un animal no merece ninguna condescendencia ni por el legislador, ni por el juez ni por la sociedad. Debe ser encerrado, y por una temporada larga.
Todos debemos repudiar estos comportamientos para ser mejores como sociedad, como país, como personas.
Gracias a las presiones de las protectoras y de los amantes de los animales se ha podido hacer «algo», cambiando el castigo de las antiguas faltas (ahora delitos leves) cuyo castigo era una multa a un delito.
Pero el castigo sigue siendo muy liviano, sale demasiado barato maltratar animales en España y eso, hay que cambiarlo más pronto que tarde.
No debería hacer falta recabar cientos de miles de firmas de ciudadanos de buen corazón para que los gobernantes cambien las leyes.
Es algo obvio, cualquiera lo ve. Salvo quienes parece que viven constantemente en «matrix» o en mundos «paralelos».
A veces, nos encontramos con noticias en la televisión donde un mal nacido abusa sexualmente de una perrita. Es repugnante, vomitivo y ese rechazo debe traducirse en penas REALES de prisión, es decir, que la pena mínima por maltratar un animal supere los DOS AÑOS DE CÁRCEL, para que, de ese modo, no se pueda suspender la condena de entrada en prisión y semejante individuo, pruebe en sus carnes la privación de libertad.
Y es que todos debemos recordar que hubo que esperar hasta el año 2.015 para que la zoofilia fuera delito en nuestro país.
Pero lo más alarmante, es que hay evidencias reales que, quien maltrata a un animal, acaba maltratando a otro individuo de su misma especie, pero eso si, contra los más débiles, los más indefensos. El factor, según los estudios se multiplica por 5, es decir, el que pone veneno a los gatos es cinco veces más probable que haga daño a un humano. Un cobarde jamás tendrá los arrestos suficientes para agredir a alguien que sabe que va a defenderse.
No en vano más de un tercio de los asesinos en serie, cuando eran niños, se dedicó a maltratar animales.
Por eso, es tan importante fomentar en las escuelas el cariño y amor por todos los seres vivos.